domingo, 8 de enero de 2012

el grito


Edvard Munch (1863-1944)
El estímulo más importante lo encuentra Munch en las imágenes simplificadas de las obras de Gaugain, que le servirán para transmitir la angustia y la soledad. Vivió angustiado, tuvo problemas psíquicos y esos sentimientos son los que volcará en su pintura.
En él la expresión surge como resultado de su vida atormentada. Siente predilección por la figura humana y las relaciones personales. Le obsesiona la impotencia del ser humano ante la muerte y la identifica con la mujer. Tiene una visión negativa de la vida, de la indefensión, de la soledad humana y del sexo.
El grito es la expresión de su miedo personal, pero en este cuadro Munch logra expresar el desfallecimiento del hombre ante una realidad cada vez más compleja y confusa.

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